Frederick Xavier Rodríguez Castro irrumpe en el pensamiento religioso latinoamericano con una obra que desafía el dogma y propone una fe que se piensa a sí misma.

CÍRCULO ROJO.- En tiempos de verdades impuestas y religiones cerradas sobre sí mismas, el historiador y teólogo puertorriqueño Frederick Xavier Rodríguez Castro alza la voz desde los márgenes con Espejos de fe, espejismos de religión: creer y cuestionar desde una teología latinoamericana (Editorial Círculo Rojo, 2025). La obra, que reúne más de un centenar de aforismos teológicos, propone un itinerario de reflexión que interpela al lector, lo convoca al pensamiento y lo desafía a escribir sus propias verdades.
Lejos del tratado sistemático o del manual doctrinal, el libro se abre como un espejo fragmentado: el lector escoge, observa, reflexiona, responde. Rodríguez Castro no dicta sentencias desde una autoridad revelada, sino que se sienta a la mesa con sus interlocutores y los invita al diálogo. “La fe resulta fragmentada cuando se refleja en la fe de otras personas”, advierte. Y en esa fractura, el autor descubre una teología posible: crítica, plural, inclusiva.
Entre profetas, herejes y lectores
La arquitectura del libro es tan inusual como desafiante. Desde un prólogo firmado por el reputado teólogo caribeño Luis N. Rivera Pagán, que reconoce en el autor “una contribución importante al pensamiento teológico puertorriqueño y latinoamericano”, hasta un índice que invita a una lectura no lineal, Espejos de fe funciona como laboratorio espiritual y político. Los temas abordan desde el ecumenismo y la justicia social hasta el fundamentalismo y la identidad religiosa en Puerto Rico.
Cada sección reúne aforismos que tensionan las estructuras tradicionales. Así, por ejemplo, el autor se atreve a afirmar que “la verdadera teología se vive en el hacer antes que en el creer”, o que “no es nacer en la iglesia, es nacer de nuevo”. A medio camino entre la exégesis profética y el ensayo poético, Rodríguez Castro se apoya en figuras como Ivone Gebara, Leonardo Boff, Agustina Luvis, Enrique Dussel o Gustavo Gutiérrez, entre muchos otros, para elaborar un tapiz teológico que respira desde el sur y para el sur.
La teología como acto de resistencia
Rodríguez Castro no escribe desde la abstracción académica, sino desde el cuerpo herido de una Iglesia que excluye, de una fe que olvida su función liberadora. Por ello, su obra va dirigida a quienes “han sido heridos por estructuras religiosas excluyentes”, pero también a estudiantes de teología, líderes religiosos, pastores y creyentes dispuestos a cuestionar sus certezas.
“La inspiración de esta obra —afirma el autor— nace del encuentro entre la experiencia vivida, la lectura crítica y la búsqueda constante de una fe que no oculte sus dudas”. En ella resuenan sus años de formación como historiador y teólogo, así como su pertenencia a espacios como la Mesa de Diálogo Martin Luther King Jr. y su relación con pensadores que reivindican una espiritualidad encarnada, política y solidaria.
Más allá del dogma
Espejos de fe no busca complacer ni apaciguar. Al contrario, incomoda con lucidez. ¿Puede un ateo entrar en el Reino si ha dado de comer al hambriento? ¿No será más auténtico el que duda y ama que el que predica y excluye? ¿Dónde queda Dios cuando los altares se convierten en espectáculo y el culto en mercado?
La obra culmina con una invitación insólita: el lector puede escribir sus propios aforismos. Un gesto que rompe la jerarquía entre autor y público, entre el magisterio y la comunidad, y que expresa con claridad la convicción que atraviesa el libro: la fe no se transmite, se construye; no se impone, se dialoga.
Un nuevo rostro para una vieja pregunta
Con esta publicación, Rodríguez Castro se inscribe en una tradición teológica que, sin renunciar a la profundidad doctrinal, se atreve a mirar el rostro de Dios con ojos abiertos y corazón inquieto. Como sus espejos, la teología aquí no es lisa ni simétrica. Está agrietada, como el mundo. Pero en sus fragmentos reluce la posibilidad de una fe que no teme preguntar, de una religión que no teme reformarse, de un cristianismo que aún puede salvarse de sí mismo.
SINOPSIS
Frederick Xavier Rodríguez-Castro es profesor, teólogo e investigador de temas históricos, religiosos y bíblicos. Es egresado de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, y posee un Magíster Experto en Estudios Bíblicos de la Universidad Eclesiástica San Dámaso en Madrid, España.
Actualmente es candidato a doctorado en Teología en la Universidad Interamericana de Puerto Rico (UIPR) y termina un Diplomado en Estudios de la Religión en la Pontificia Universidad Católica de Chile. En reconocimiento a su labor académica, recibió en 2024 el Premio Miguel A. Limardo de la UIPR. Es miembro de la Asociación Puertorriqueña de Historiadores, la American Academy of Religion, y la Asociación para la Educación Teológica Hispana (AETH).
Ha publicado en revistas académicas locales e internacionales y ha presentado ponencias en lugares como el Seminario Evangélico de Teología, Cuba y en el XI Coloquio de Latinoamericano y Caribeño de Educación en Derechos Humanos en Costa Rica.
AUTOR
Frederick Xavier Rodríguez-Castro es profesor, teólogo e investigador de temas históricos, religiosos y bíblicos. Es egresado de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, y posee un Magíster Experto en Estudios Bíblicos de la Universidad Eclesiástica San Dámaso en Madrid, España.
Actualmente es candidato a doctorado en Teología en la Universidad Interamericana de Puerto Rico (UIPR) y termina un Diplomado en Estudios de la Religión en la Pontificia Universidad Católica de Chile. En reconocimiento a su labor académica, recibió en 2024 el Premio Miguel A. Limardo de la UIPR. Es miembro de la Asociación Puertorriqueña de Historiadores, la American Academy of Religion, y la Asociación para la Educación Teológica Hispana (AETH).
Ha publicado en revistas académicas locales e internacionales y ha presentado ponencias en lugares como el Seminario Evangélico de Teología, Cuba y en el XI Coloquio de Latinoamericano y Caribeño de Educación en Derechos Humanos en Costa Rica.